La Virgen María es la Mediadora Universal

"Ella [la gran Madre de Dios, la Virgen María], en verdad Mediadora ante Dios de nuestra paz y Dispensadora de las gracias celestiales, está sentada en el Cielo en el trono más alto de poder y gloria para que pueda conceder su patrocinio a los hombres que, a través de tantos trabajos y combates, se esfuerzan por llegar a esa patria celestial." (Encíclica Supremi apostolatus, § 1, p. 67)
"En consecuencia, podemos con toda verdad y rigor afirmar que, por voluntad de Dios, nada puede ser comunicado del inmenso tesoro de gracias reunidas por Cristo – pues sabemos que 'la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo' – si no es por medio de María. Así, como nadie puede acercarse al Padre Eterno sino por el Hijo, así tampoco nadie puede acercarse a Cristo sino por medio de su Madre." (Encíclica Octobre mense, § 4, pp.135-137)
"Nuestro recurso suplicante al patrocinio de María se basa en su función de Mediadora de la gracia divina: el oficio que ella – agradabilísima a Dios por su dignidad y méritos y superando en poder a todos los Ángeles y Santos – ejerce continuamente por nosotros ante el trono del Altísimo." (Encíclica Lucunda semper, § 2, p. 205)
"Luego, después de invocar al Padre con la más noble de las oraciones, nuestra voz suplicante se dirige del trono de su Majestad a María. Así se confirma aquella ley mencionada de su misericordiosa mediación e intercesión, expresada por San Bernardino de Siena con estas palabras: 'Toda gracia dispensada en esta tierra pasa por tres órdenes sucesivos. De Dios se comunica a Cristo, de Cristo a la Virgen y de la Virgen a nosotros'." (Ibid., § 5, p. 207)

Publicado el 13 de diciembre de 2025