NOTICIAS: 2 de abril de 2024
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Atila Sinke Guimarães
FRANCISCO ANULA EL SINODO DE 2024 – En carta al Card. Mario Grech, Secretario de la Secretaría General del Sínodo, hecha pública el 14 de marzo de 2024 pero fechada el 22 de febrero de 2024, el Papa Francisco parece haber tirado por la borda la próxima Segunda Sesión del Sínodo sobre la sinodalidad.

De hecho, Francisco alegó que no hay tiempo para abordar la agenda establecida por la Primera Sesión (octubre de 2023) para la Segunda Sesión (octubre de 2024): “Como no será posible realizar este estudio en el momento de la Segunda Sesión (2-27 de octubre de 2024), estoy organizando que [los temas] sean asignados a Comisiones de Estudio específicas, para que puedan ser examinados adecuadamente”. (Bolletino, Sala Stampa della Santa Sede)

Habla de compartir el poder, pero actúa como un dictador

Bergoglio ordenó a Grech que estableciera esos grupos después de que estos consultaran con los órganos apropiados del Vaticano, y luego los siguiera para asegurarse de que “operarán según un método auténticamente sinodal, del cual le pido que sea garante”.

Francisco enumeró 10 temas importantes que serán discutidos por estos grupos hasta junio de 2025, nueva fecha para concluir sus trabajos – “si es posible”. Es decir, deja una puerta abierta a que los grupos continúen pasado ese plazo.

Más adelante en este artículo, diré una palabra sobre cada uno de estos 10 temas. Ahora permítanme continuar analizando el aspecto político de la maniobra.

Después de descartar que la Segunda Sesión tratara estos temas, el Papa le dio al Sínodo de 2024 un “precio de consolación”. Así redactó la anulación: “Esto permitirá a la Asamblea, en su segundo período de sesiones, centrarse más fácilmente en el tema general que le asigné en su momento y que ahora puede resumirse en la pregunta: '¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?'”.

Entonces yo diría que Francisco castiga al Sínodo y transfiere su tarea a los 10 grupos de estudio. ¿Por qué?

De hecho, poco después de que el Sínodo de 2023 publicara su documento final, señalamos que era un documento vacío (aquí y aquí). Los participantes de la Primera Sesión optaron por permanecer en generalidades y pospusieron cualquier decisión sobre los temas que discutieron hasta el Sínodo de octubre de 2024. Al hacer esto, pudieron evitar tratar los temas candentes que Francisco quería que desarrollaran: mujeres diáconos, sacerdotes casados, bendiciones para parejas homo, comunión para los divorciados, restar importancia al papado, etc. Hay buenas posibilidades de que hicieran lo mismo el próximo mes de octubre.

Arriba, el P. James Martin realiza una bendición a una pareja homo al día siguiente de Fiducia supplicans

Así, Francisco contraatacó de dos maneras:

Primero, hizo por sí mismo todo lo que pudo: En segundo lugar, ahora está colocando el Sínodo de 2024 en el limbo y pasando sus tareas a los Grupos de Estudio mencionados que ordenó crear a Grech.

En su conocido estilo caudillo, castiga a quienes se atreven a jugar con el jefe.

Temas eliminados del Sínodo

El mismo día que se hizo pública la carta de Francisco a Grech, este último emitió un documento oficial que crea 10 grupos de estudio, cada uno para tratar uno de los temas que Francisco indicó.

A continuación, diré una breve palabra sobre cada tema y presentaré la agenda del grupo en particular.

1. Relaciones entre católicos orientales y católicos latinos

Dada la gran inmigración de católicos orientales a Occidente, muchos comienzan a mezclarse con los católicos latinos. Esto exige alguna forma de regularización. Dado que muchos jerarcas orientales son más conservadores que los occidentales, Francisco quiere utilizar este proceso de regularización para traer a Roma un mayor número de representantes orientales y hacerlos más progresistas.

2. Escuchando el grito de los pobres

El Card. Grech:, elegido como figura central en el plan del Papa para cambiar la Iglesia

Este tema incluye ministrar a todo tipo de pobres y “marginados”. Entonces, además de la rampante Teología de la Liberación que promueve la lucha de clases, los homosexuales, las prostitutas, las feministas, etc. también deben ser escuchados y acompañados. Este grupo de estudio debería sugerir mejores formas de denunciar las “injusticias” y producir una espiritualidad para sostener a las “víctimas”. Esta agenda también incluye escuchar el “clamor de la tierra” y cuidar la “casa común”.

3. Adaptarse al entorno digital

Este grupo debe sugerir los cambios teológicos, espirituales y canónicos que se deben realizar en la estructura de la Iglesia para desarrollar su “misión digital”. Entre los cambios a considerar está la adaptación de las nociones existentes de parroquia y diócesis a la nueva realidad. Hasta ahora, estas nociones se basan en la idea de territorio y jurisdicción, pero para el “entorno digital” los territorios ya no cuentan.

4. Revisar la formación de los seminaristas

Los seminaristas deben estar “vinculados a la vida cotidiana de las comunidades”, sin crear “un ambiente artificial separado de la vida común de los fieles”. Cada Conferencia Episcopal debería tener su propio programa para los seminaristas. El grupo debería sugerir qué aspectos de la formación de los presbíteros deben ser “repensados” y cuáles pueden dejarse a la competencia de las Conferencias Episcopales.

5. Cuestiones teológicas y canónicas sobre las nuevas formas ministeriales

Francisco posa con una “sacerdotisa” anglicana mientras presiona para la ordenación de mujeres

Los laicos y las laicas bautizados “deben participar en la misión de la Iglesia”. El sacramento del Orden debe considerarse como un servicio y deben abordarse “los problemas derivados de una noción errónea de la autoridad eclesial”. Es necesario abordar el lugar de la mujer en la Iglesia y su participación en las decisiones y tareas pastorales. Este grupo también debería ocuparse del acceso de las mujeres al diaconado.

6. Revisión del papel del Obispo respecto de las organizaciones religiosas y laicas

El poder del Obispo como Señor de su Diócesis debe disminuir para darle más poder a la Conferencia Episcopal; por otro lado, se debe dar más poder a las antiguas y nuevas comunidades religiosas y laicas, como las comunidades cristianas de base comunistas y los grupos carismáticos. Las consultas y los consejos de estos grupos deben desempeñar un papel en las decisiones finales del Obispo.

7. Sobre el ministerio de los obispos

¿Cómo deben las iglesias locales entrar en el proceso de selección de su Obispo en una Iglesia sinodal? ¿Cómo debe evaluar el nuncio los intereses del pueblo de Dios? ¿Cómo debería ¿La visita ad limina de los obispos al Papa se convierte en un ejercicio de colegialidad? Éstas son preguntas para las que este grupo de estudio debería proponer respuestas.

8. Papel de los representantes pontificios

Es necesario dar a las iglesias locales instrumentos para evaluar la acción de los representantes papales para que sus servicios sean más perfectos. También es necesario repensar las Conferencias Episcopales desde una perspectiva sinodal. Este grupo también debería reevaluar las provincias eclesiásticas con el objetivo de “reforzar” las iglesias locales.

9. Criterios sinodales para resolver cuestiones teológicas, pastorales y morales en disputa

El Papa saluda a una prostituta transgénero en público

Este grupo de estudio debería “releer” los principios tradicionales del comportamiento humano, de la salvación y de la moral para aclarar mejor la relación entre verdad y amor, así como lo doctrinal y lo pastoral, en relación con las cuestiones controvertidas – sacerdotes casados, mujeres diácono, homosexualidad, transgénero, comunión a los divorciados, feminismo, etc. Deberían encontrar la manera de evitar juicios simplificados que dañan a las personas y a la Iglesia.

10. Frutos del ecumenismo

Este grupo debería estudiar la interdependencia entre la sinodalidad y la primacía del Papa en relación con los diálogos ecuménicos. Además, deberían considerarse más profundamente los aspectos teológicos y canónicos de la “hospitalidad eucarística” – communicatio in sacris o compartir la Eucaristía con los herejes. Se debe prestar especial atención a las comunidades “no confesionales” y a los movimientos carismáticos cristianos.

He aquí los 10 puntos con los que el Papa Bergoglio quiere borrar todo lo que 60 años de Revolución Conciliar aún no han destruido.

Como sabemos que la sinodalidad es un nombre en clave para democratizar la Iglesia, vemos que con o sin sínodo la Iglesia Católica como Monarquía está condenada a morir si su Divino Rey, Nuestro Señor Jesucristo, no viene a rescatarla de esta situación, que es el último ataque contundente de sus enemigos infiltrados.

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